Mindfulness y meditación: significado y beneficios

Mindfulness es prestar atención de manera consciente al aquí y ahora, con interés, curiosidad y aceptación. En muchos momentos rutinarios la mente viaja al pasado o al futuro (pensamientos sobre lo que se acaba de realizar o las tareas pendientes por hacer invaden nuestra mente). Cuando somos conscientes de lo que estamos haciendo estamos practicando Mindfulness, puesto que se trata de una observación interior. 

¿Cuál es el origen y significado del Mindfulness? 

Mindfulness es una técnica de meditación y de relajación, que ayuda a liberar estrés y a enfocar nuestra mente en el presente. Su origen se remonta al Budismo y se implantó en la psicoterapia occidental a finales de los años 70, desde entonces se han importado desde oriente cientos de programas basados en dicha técnica.

Es una de las ramas del Yoga tibetano. Nuestra cabalista Marta Looz se inició en las artes tibetanas en Dag Shang Kagyu, en España, para posteriormente seguir profundizando en el budismo tibetano en Nepal, el Tíbet y la India. Actualmente es maestra de yoga tibetano en las modalidades de Lu Jong, Tog Chöd con espada y también de Mindfulness.

¿Qué ventajas y beneficios tiene meditar?

El primer efecto positivo de su práctica es el desarrollo de la capacidad de concentración, posteriormente el aumento de la concentración trae consigo la serenidad y esta, a su vez, una mayor comprensión de la realidad. El Mindfulness aproxima a quien lo practica a percibir la vida tal y como es.

Esta técnica se ha utilizado como una terapia preventiva de muchas patologías como la depresión, incluso en niños o adolescentes. Permite conectar con uno mismo y desconectar del exterior, vivir aquí y ahora para controlar las emociones. Más concretamente el Mindfulnes está directamente relacionado con la inteligencia emocional y la tercera generación de las terapias cognitivo-conductuales, subrayando la importancia de mejorar la relación con la propia experiencia interna en lugar de eliminarla o modificarla. Toma los principios de la filosofía budista, donde todos los pensamientos y sentimientos se consideran válidos, pero sabiendo enfocarlos hacia la dirección que nos interesa. Canalizando nuestra energía. 

Hasta hace relativamente pocos años la meditación quedaba relegada a los monjes budistas. Pero hoy en día sabemos que el Mindfulness puede ser de gran ayuda para aquellas personas que están demasiado estresadas, angustiadas o dispersas, para que puedan tranquilizarse y centrase. La técnica permite cultivar la capacidad de presencia en el mundo y desconectar del bullicio cotidiano. 

¿En qué consisten las sesiones de Mindfulness?

Hacer la compra, la cita médica que tenemos mañana, hacer la comida, ir al gimnasio, el verano en la montaña, aquella fecha tan especial… tenemos muchas tareas pendientes y muchas vivencias que están en nuestra mente y en nuestros recuerdos. Es muy común que mientras estamos, cenando con unos amigos por poner un ejemplo, nuestra mente viaje a algún recuerdo. Cuando eso ocurre realmente no estamos disfrutando ni aprovechando ese momento, que pronto terminará y será otro recuerdo. Puede que, al fin y al cabo, vivir sea eso: perseguir instantes que mueren, pero dado que no volverán (que morirán) lo mejor es aprender a disfrutar de ellos.

El Mindfulness combina, sobre todo, la respiración y el movimiento corporal. Los ejercicios deben realizarse en un ambiente tranquilo, evitando ruidos o distracciones. El objetivo es que se sigan las instrucciones indicadas, que se deje lo que se está haciendo para estar tranquilos y atentos. Ayuda a mejorar la concentración aunque la práctica de la atención no es automática, requiere tiempo y entrenamiento constante. El ejercicio va acompañado de grandes períodos de silencio.

Aunque el Mindfulness tienen mucha relación con la meditación debemos tener en cuenta que no es exactamente lo mismo. Algunas sesiones incluyen meditación, al igual que ciertas clases de meditación implican Mindfulness. Se puede aplicar a cualquier cuestión inimaginable, tanto a problemas de ansiedad, depresión, autoconocimiento o control de las emociones.

¿Cómo se practica el mindfullness y la meditación?

Una practica de Mindfulness muy sencilla, ideal para la iniciación en esta práctica, es aquella que se lleva a cabo a través de la comida. Comer es un acto casi automático, no se presta atención a ello ni se saborea la comida, pero puede llevarse al ámbito de la meditación y convertirse en un ejercicio terapéutico. La actividad puede realizarse en cualquier lugar con, por ejemplo, con un caramelo. El caramelo se debe oler, tocar, saborear y finalmente tragar. Todo ello poniendo la máxima atención. Se guiaría la actividad con pautas y preguntas. 

Olvídate de tus pensamientos y céntrate en los sabores que percibes. ¿Estás degustando un sabor dulce, salado, ácido o quizás de todo un poco?, ¿Tiene una textura blanda, dura, rugosa o lisa?, ¿Qué sucede en tu boca cuando estás comiendo?, ¿Qué es lo que hace tu lengua, qué experimentas?, ¿Qué sientes al tragar?

Esta actividad puede realizarse con distintos alimentos y propiciar su posterior puesta en práctica como parte de la rutina diaria; un bocado del menú del almuerzo puede ser ingerido prestando atención a ello. Este ejercicio ayuda a centrar la atención en la actividad que se está realizando, nuevamente a estar presente en el aquí y ahora.

Otros ejercicios de meditación guiada incluyen técnicas de respiración consciente. Estos consistirían en centrar toda la atención en el abdomen, para ver como se hincha y deshincha con la respiración profunda. De cualquier modo estas son solo algunas propuestas de Mindfulness, puedes ponerlas en práctica en tu casa. Recuerda también que muy pronto estará disponible en nuestra plataforma la posibilidad de realizar yoga tibetano en casa, guiado por Marta Looz.