La felicidad es el objetivo final de todas las personas. Todos queremos ser felices y actuamos en nuestro día a día para lograrlo. Elegir sentirse feliz por encima de todo es una actitud de vida que todos podemos adoptar, independientemente de nuestras circunstancias externas. Somos libres para elegir cada día una buena perspectiva ante circunstancias adversas. En esta noticia el equipo de “Tu árbol de vida” ofrecerá claves para elegir ser feliz y para alcanzar esa dicha personal.
Encontrar la calma mental en la que seamos nosotros los que controlemos a nuestros pensamientos en lugar de dejar que estos nos controlen a nosotros es lo principal. Desde el punto de vista de la sabiduría budista tibetana la felicidad depende de nuestro interior, con lo que no puede depender de lo que tengamos o poseamos. Si tenemos esto claro y trabajamos para ello seremos inmensamente más dichosos.
¿Cómo entrenar nuestro cerebro para ser felices?
Hoy queremos explicar cómo ser feliz y vivir una vida más saludable. No existen recetas mágicas. La clave está en cambiar el punto de vista y en ser conscientes de que somos los únicos responsables de nuestra propia felicidad. Nadie más puede decir lo que es bueno o malo para nosotros. A partir de ahí lo mejor para vivir más plenamente es practicar la atención plena al momento presente, olvidándose de un futuro incierto y un pasado que ya no podemos cambiar.
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Ser honestos y comunicativos
La honestidad es muy importante para sentirse bien con uno mismo y dormir bien por las noches. La sinceridad es una cualidad muy importante y valorada en el mundo y genera confianza. Las bases de la confianza siempre se asientan sobre un principio: decir la verdad. El primer paso hacia una vida más plena es compartir nuestros pensamientos, sentimientos y conocimientos con otras personas de una forma honesta.
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Trabajar nuestra empatía
Compartir los sentimientos es importante, de eso no cabe duda. Pero también es importante desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. Hay que ayudar a todos aquellos que se encuentren a nuestro alrededor porque la felicidad es contagiosa, si los demás se siente bien nosotros nos sentiremos mejor también.
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Ayudar a las demás personas
Los pequeños gestos matutinos en nuestra rutina que puedan hacer la vida más fácil de otras personas son muy valiosos. Está comprobado que somos más felices cuando compartimos con los demás, nos sentimos mejor cuando regalamos algo que cuando somos nosotros quienes recibimos los regalos y esto se debe a que la generosidad produce felicidad. Si en tu vida diaria buscas a personas que necesiten ayuda y se la ofreces te sentirás mejor.
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Aceptar las muestras de cariño y amor
El amor y las muestras de cariño son una carga de energía positiva que nos contagiará felicidad. Si buscamos esas muestras de afecto en los seres queridos que nos rodean, y también las damos, nos sentiremos llenos e paz, gratitud y felicidad. No debemos reprimir nuestras muestras de cariño hacia los demás.
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Disfrutar de nosotros mismos
Dejar ir aquellas cosas que nos atormentan del pasado y centrarnos en lo que nos produce placer disfrutando de nosotros mismos también es bueno. Dedicar un rato diario a nosotros mismos para cuidarnos tanto por fuera como por dentro nos lleva a una gran paz interior. La meditación es una herramienta muy buena para conectar con nosotros mismos durante unos pocos minutos al día.
Rutinas diarias para ser más feliz
Existen técnicas sencillas que nos pueden ayudar, si las practicamos diariamente, a ser más felices. Pero sobre todo tenemos que cambiar nuestra mentalidad y ser conscientes de no dejarnos arrastrar por la respuesta visceral, ser espontáneo no es ser visceral, lo primero se intuye y nace de nuestro interior mas sereno, lo segundo es la respuesta del ego. Es cierto que no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos gestionar cómo nos afecta. Por ejemplo: estamos esperando nuestro turno para pagar la compra en el supermercado y de repente una persona intenta pasar antes que nosotros saltándose el turno de espera. Nosotros no podemos controlar a esa persona, pero sí tenemos el poder de elegir si nos importa su actitud y nos afecta durante el resto del día o si no lo hace.
Elegir en el día a día y en las pequeñas cosas o situaciones una perspectiva de la realidad que sea más positiva es bueno para nuestra salud. No son los hechos en sí mismos los que nos causan dolor emocional, es la forma en la que los percibimos. Si tenemos claro que nosotros somos poderosos y podemos controlar la perspectiva con la que miramos cualquier hecho o situación seremos más libres y felices.
Aceptar las emociones: la clave de la felicidad
Aceptar lo qué nos ocurre y cómo nos sentimos nos proporcionará también mucha paz interior. Para vivir plenamente debemos aceptar de forma consciente y digna los diferentes desafíos que nos va planteando la vida, con sus adversidades en el camino. Nadie podrá quitarnos nunca la libertad de elección en actitud consciente. Estamos afectados por el entorno de forma inevitable, pero todos tenemos la independencia de conservar nuestra libertad espiritual. Podemos hacernos cargo de las distintas sensaciones que tenemos, haciendo ejercicios diarios de reflexión sobre por qué y para qué se sienten.
En “Tu árbol de vida” hablamos en muchas ocasiones sobre el bienestar emocional. Dando claves para aprender a relativizar los problemas y dejar de darle importancia a todo. Y no nos cansaremos de decir que no hay emociones negativas, al menos no significa que estas sean malas o que no las debamos tener. Aunque producen malestar si las reprimimos no nos sentiremos mejor tampoco. Las emociones tienen todas una finalidad vital. Son reacciones de todas las personas ante situaciones y nos ayudan a adaptarnos al entorno. El problema es cuando las emociones tienen un impacto en nuestra salud física y mental, pues afectan a nuestro bienestar. Pero aprender a sentir tristeza y permitirnos estar tristes o en duelo es bueno.
El desapego emocional y la felicidad: ¿Cómo ser felices con poco?
El desapego emocional hace referencia a vivir de forma plena sin necesitar de forma compulsiva a nada ni nadie. La liberación a nivel emocional que nos proporciona el desapego nos ofrece una forma de vivir más honesta y leal. Para tomar consciencia y cultivar nuestro propio desapego emocional el primer paso es asumir las pérdidas y la ley de la impermanencia budista. Nada en este mundo es permanente, todo cambia y se transforma.
Vivir con desapego emocional significa también vivir sin la necesidad de aprobación social. No realizamos las cosas preocupándonos del éxito o del fracaso, lo hacemos desde el corazón. No podemos confundir el desapego con el pasotismo. Pues no tenemos que renunciar a cumplir nuestros sueños por ello, solo al interés obsesivo por lograr unos resultados predefinidos en nuestra mente. Si quieres aprender más sobre el funcionamiento de la mente te invitamos a entrar en el mundo de la Cábala analítica y el autoconocimiento que esta ofrece. Somos unas escuela de formación online con cursos en línea de Cábala analítica.
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